Inició el pasado domingo el “reality show” Mazola Academy, programa que se transmite por canal 7, Antena Latina, en horario prime. Es la primera iniciativa realmente seria que tiene como eje la culinaria local, que entrega premios en efectivo y una beca en la prestigiosa academia Le Cordon Bleu, en su sede de Perú.
La producción está a cargo de Raúl Camilo, profesional de conocida trayectoria en la televisión dominicana. En la conducción está Karina Larrauri y los encargados de evaluar a los participantes son cinco, Catherine Lemoine, Chef Pandita, Saverio Stassi, Emil Vega y Eduardo Rodríguez.
Los puntos altos
Puntos positivos de esta producción son la escenografía, la producción gráfica, las entrevistas a los participantes y sobre todo el adecuado manejo del drama, ya que se reservó para el final lo de mayor impacto emocional, dejando al espectador con ganas de ver más.
Los puntos bajos
Ahora bien, de cara al telespectador, la puesta en escena presenta algunas debilidades. En primer lugar, la conductora poco aporta, limitándose a ser enlace entre los participantes y los jueces. Cabe destacar que en la mayoría de este tipo de producciones la conducción está íntimamente vinculada con el tema del reality y aquí no es el caso. Para nada cuestionamos la capacidad de la conductora, que la tiene de sobra, sino el perfil elegido para tal función. En este primer capítulo además, se evidencia que los participantes, tienen más entusiasmo que conocimientos de cocina, lo cual puede ser un problema para la producción de contenido de los próximos capítulos.
Otro aspecto importante es que todo reality de cocina es liderado por un chef de reconocida trayectoria en el campo gastronómico y en los medios de comunicación, en este caso, el grupo de jueces es amplio y diverso; está por verse qué tipo de liderazgo terminará por imponerse.
El verdadero protagonista
Por último, a nuestro entender, el mayor problema de esta primera entrega es que la puesta en escena no consideró al verdadero protagonista de cualquier reality de cocina: el plato. La televisión es imagen y si el espectador no puede ver los platos que preparan los concursantes y que son degustados por los jueces para su ponderación, el programa pierde el vínculo central con su audiencia. Quienes tienen preferencia por este tipo de programas son gente que gusta de cocinar y el plato es el equivalente al marco en el arte culinario. Un cambio en el trabajo con las cámaras podría solucionar este inconveniente.
Entendemos que sumando y restando, el resultado es positivo y aporta al conocimiento de la culinaria y de la gastronomía en general. Pero su mayor aporte está en el nivel de la producción que dignifica a nuestra alicaída televisión, golpeada por los recortes presupuestarios en todos los frentes.
Para quienes se lo perdieron, el primer capítulo está disponible en Youtube, según informa el sitio web del programa.
Gourmand Taino
